«Las autoescuelas cobran precios exorbitantes y la preparación deja mucho que desear»

OPINIÓN

XOAN CARLOS GIL

26 mar 2024 . Actualizado a las 17:27 h.

Carné de conducir

Obtener el carné de conducir está resultando un auténtico saqueo para nuestros bolsillos. Las autoescuelas cobran precios exorbitantes por servicios que podrían ser más asequibles y eficientes. El proceso completo, desde las clases teóricas hasta las prácticas de coche, afecta a nuestros bolsillos y a nuestro tiempo. Necesitamos un sistema que sea justo, transparente y asequible para todos. Esto implica no solo la regulación de los precios, sino también mejorar la calidad de la formación que recibimos. En muchos casos, la preparación deja mucho que desear a la hora de enfrentarnos a la conducción real. Vanessa Bellatalla. Barcelona.

Trabajo sumergido

Hay una gran cantidad de trabajos que se hacen sin ser declarados los ingresos, una economía sumergida provocada en muchos casos por la falta de ingresos suficientes para darse de alta bien como empresa, bien como autónomo. Por ejemplo, en los trabajos domésticos, una familia media que tenía una persona que le hacía la limpieza ya no puede darla de alta y cotizar por ella. Esto ha ocasionado la eliminación de muchos de estos trabajos, y hay otros, de reparación o similares, que a las empresas no les son rentables y que también los hacen a escondidas personas anónimas.

Se me ocurre que se podrían crear un tipo de vales o cupones emitidos por la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre cuyo valor nominal sería de 5 o 10 euros, y que al cambiarlos tendrían una retención o deducción del 20 % que serviría para cubrir la posible fiscalidad de las operaciones realizadas, así como posibles gastos asistenciales de estas personas. Se podrían vender en los estancos.

No se trata de sustituir a la Seguridad Social ni a otros organismos, pero sería una manera de rentabilizar todos estos trabajos que ahora quedan totalmente sumergidos o se dejan de realizar. Evidentemente serían necesarios controles para evitar el uso fraudulento. José A. Novo.